lamemoriadelospasos

Pocas cosas marcarán tanto la calidad de nuestro libro como el realismo y el atractivo de los personajes. Gran parte de nuestro trabajo como escritores se basará en crearlos, desarrollarlos, conocerlos, mimarlos y, algunas veces, maltratarlos. Tenemos que tener muy clara su historia y su personalidad, aunque no todos estos aspectos aparezcan plasmados en la novela. Y es que, un personaje bien creado es aquel que parece tener tanto más por descubrir que lo que ya sabemos de él tras leer el libro.

Continuamos pues con una nueva entrada dedicada a los personajes, cómo profundizar en ellos, así como la diferente forma de abordar a personajes principales y secundarios. En la anterior entrada de esta categoría, hablábamos de crear unas fichas sobre cada personaje. No las pierdas de vista, porque te serán de gran utilidad durante todo el proceso de construcción de tu novela.

• Personajes principales y secundarios. De igual forma que en nuestra vida hay personas que interactúan directamente en casi todos los asuntos que nos rodean y otras que solo se cruzan un instante en nuestro camino, en la novela habrá personajes que sostengan el peso de la acción y otros que únicamente lo complementen. Ésta es la diferencia básica entre personajes principales y secundarios. Pero, siguiendo con este paralelismo con la realidad, el hecho de que no tengan una relevancia especial en nuestro hilo principal no significa que carezcan de su propia historia. Recuerda que cada personaje tiene un argumento a sus espaldas que justificará sus acciones presentes y futuras. No importa el número de páginas en las que aparezca. Debemos conocer el origen de cada uno de nuestros personajes.

• Relaciones entre los personajes. Uno de los puntos destacados en las fichas que hemos elaborado serán las relaciones que se vayan desarrollando entre los personajes, tanto en origen como a medida que avance el argumento. Así, anotaremos las amistades, enemistades, lazos familiares, relaciones sentimentales e incluso los encuentros casuales. Esto nos ayudará a entrelazar las historias de los personajes y, sobre todo, a no tener despistes inoportunos que puedan echar a perder situaciones interesantes (debo reconocer que yo suelo tenerlos y las fichas me han salvado de “meter la pata” más de una vez).

• Evolución de los personajes. Las situaciones que van a vivir nuestros personajes a lo largo de la novela deben marcarles y eso se verá reflejado en su personalidad. Los personajes, sobre todo los principales, deben mostrar una evolución clara desde el principio hasta el final del libro, que variará en función de las circunstancias a las que se hayan tenido que enfrentar. Estas situaciones les habrán llevado a mejorar como personas o a convertirse en auténticos canallas. Eso dependerá de la personalidad de cada uno y del grado de crueldad con el que nuestro relato les haya tratado. Es posible que no podamos mostrar esa evolución en todos y cada uno de los personajes. Siempre habrá secundarios (o incluso algunos que podríamos llamar “terciarios”) que no dispondrán de suficiente tinta impresa para llegar a esta evolución. Pero es importante que procuremos tener el menor número posible de personajes planos en la novela. Esto dará un toque de calidad a la obra que hayamos escrito.

Te recomiendo que seas curioso con tus personajes, que te metas en su piel de vez en cuando. La capacidad para crear historias y dar vida, aunque solo sea sobre el papel, es un privilegio que debemos disfrutar a cada instante. Siéntete satisfecho y orgulloso de cada una de tus “criaturas”. Y recuerda que hasta el personaje más insignificante de tu relato debe tener una ficha con todos sus datos. Feliz escritura.

CONSIGUE YA TU EJEMPLAR DE «LA MEMORIA DE LOS PASOS» DE ESTEFANÍA CORDERO-SÁNCHEZ LARA

http://edicionesaltera.com/portfolio/la-memoria-de-los-pasos/