París es una de las ciudades más representativas de la cultura europea y la cuna del pensamiento liberal occidental. Bañada por el río Sena, la capital de Francia es también conocida como la “ciudad de la luz”. La historia, el arte y la cultura se asoman en cualquier rincón de sus calles. En nuestro viaje de hoy, te acompañaremos en un recorrido por la ciudad que te llevará a conocer los lugares imprescindibles en tu visita a París.
La Torre Eiffel. En el extremo del Campo de Marte se alza este gigante de 324 metros de altura. Fue construida por el ingeniero Gustave Eiffel con motivo de la Exposición Universal de 1889 y, a pesar de la enorme polémica que generó esta mole de hierro en sus primeros momentos, se ha convertido en uno de símbolos más reconocidos de Francia. El interior de la torre puede visitarse y, desde su altura, ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad. Además, al anochecer la torre se viste con luces doradas, que a cada hora en punto ofrecen un espectáculo con el centelleo de miles de bombillas.
El Museo del Louvre. París alberga uno de los museos más importantes del mundo. Este gran templo del arte se encuentra situado en el antiguo palacio real del Louvre, frente al Jardín de las Tullerías. La belleza arquitectónica del edificio, contrasta con la sorprendente entrada al museo, que se realiza a través de una de las pirámides de cristal del patio del palacio. En su interior, el museo alberga algunas de las grandes joyas del arte y la arqueología, como La Gioconda de Da Vinci, La Libertad guiando al pueblo de Delacroix, El baño turco de Ingres, la Venus de Milo, el Código de Hammurabi o la Victoria de Samotracia.
Plaza de la Concordia. Es una de las plazas más importantes de la ciudad. Une el Jardín de las Tullerías con los Campos Elíseos. En su centro se sitúa un gran obelisco procedente de Luxor, con más de tres mil años de antigüedad, que se encuentra flanqueado por dos fuentes monumentales.
El Arco del Triunfo. Los Campos Eliseos, una enorme avenida que comienza en la Plaza de la Concordia, se extienden a lo largo de dos kilómetros hasta llegar al impresionante Arco del Triunfo. El de París es uno de los arcos del triunfo más conocidos a nivel mundial. Fue ordenado construir por Napoleón Bonaparte, como conmemoración de la victoria de las tropas francesas en la batalla de Austerlitz. Como curiosidad, en su interior hay un museo que explica los pormenores de su construcción y su historia.
Montmartre. En una colina que se alza sobre París, se sitúa el conocido barrio de Montmartre, que fue una población independiente de la ciudad hasta 1860. Caminar por sus calles es una experiencia que no debes perder en tu visita a París, ya que aún conserva parte del encanto que lo convirtió en cuna del arte y la cultura bohemia de finales del siglo XIX. Podemos distinguir dos zonas dentro de Montmartre. La primera de ellas se sitúa a los pies de la colina y es de la diversión carnal. En esta zona se encuentran cabarets míticos, como el Moulin Rouge. Subiendo una buena cantidad de escalones llegamos hasta el Montmartre más bohemio, donde aún se respira el ambiente de los artistas del Impresionismo. En medio de sus callejuelas, empinadas y encantadoras, se eleva la Basílica del Sagrado Corazón.
Catedral de Notre Dame. En la Île de la Cité, fue erigido este bello templo del siglo XIII, dedicado a la Virgen María. La silueta de la catedral se asoma al río Sena y su fachada occidental es otro de los referentes iconográficos de París. Notre Dame es una de las catedrales góticas más representativas de Europa. Víctor Hugo la ligó para siempre a la literatura universal al narrar la historia de Quasimodo, el famoso jorobado de Notre Dame. Cerca de la catedral también se encuentra otra de las grandes obras del gótico francés, la Sainte Chapelle, con sus impresionantes vidrieras.
Los Inválidos. El Palacio Nacional de los Inválidos es otro de esos lugares imprescindibles en tu viaje a París. Se trata de un gran complejo arquitectónico, construido a finales del siglo XVII por orden del rey Luis XIV, para dar cobijo a los veteranos de guerra inválidos que hubieran quedado sin hogar. En la actualidad alberga distintos museos e instituciones. En los Inválidos se conservan los restos de Napoleón, así como los de su hermano José I de España.
La Ópera Garnier. Finalizamos nuestro recorrido por la Ciudad de la Luz en la Ópera de París, un impresionante edificio neobarroco, obra del arquitecto Charles Garnier. Además de su trascendencia cultural, ya que desde su inauguración en 1875 ha acogido importantes espectáculos, el edificio ha sido referente e inspiración para obras destacadas como El fantasma de la ópera, de Gastón Leroux. La Ópera Garnier es una muestra de la opulencia y el lujo de la alta sociedad parisina de la época. Entre sus elementos interiores más destacados encontramos la gran escalera de mármol blanco con balaustrada de mármol verde y rojo, o los foyers (vestíbulos) ricamente decorados con pan de oro y mosaicos.
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Hermosa ciudad sin duda, estar ahí es increíble. Saludos, gracias por compartir.
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Gracias por tu comentario. Saludos.
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