El oficio de escritor es todo un arte que combina imaginación y técnica para ofrecer como resultado una obra literaria. Pero es importante recordar que, más allá de este proceso creativo, existe toda una industria que posibilita que las obras lleguen a manos de los lectores. Este negocio de la impresión y comercialización de libros se basa en un reparto de las inversiones y los beneficios de los precios de venta de cada unidad. Sigue leyendo si quieres saber cómo se reparten los beneficios de la venta de un libro entre los distintos agentes que intervienen en este proceso.
Solemos imaginar a los escritores que publican con editoriales importantes amasando enormes fortunas con sus ventas. Nada más lejos de la realidad. Como sucede con otras grandes industrias relacionadas con las artes, como es el caso de la discográfica, en el mundo literario el autor es quien recibe menos beneficios por las ventas de su obra.
En primer lugar, debemos aclarar que existen múltiples formas de edición de un libro. Entre ellas destacan tres: la edición al uso (en la que una editorial publica una obra y asume todos los riesgos económicos), la coedición (en la que dos editoriales o el autor del libro y una editorial comparten los gastos de publicación) y la autoedición (en la que el autor del libro es el propio editor que contrata los servicios de impresión de la obra y asume todos los gastos). En este artículo nos centraremos en el primer caso y daremos cifras generales, para no perdernos demasiado en casos excepcionales.
De estos porcentajes vamos a excluir en primer lugar dos factores, que no influirán en el reparto neto de los beneficios. Uno de ellos es la figura del agente, que habitualmente recibe su compensación económica de manos de la editorial o directamente del propio autor. El otro, son los impuestos. En este punto debemos recordar que, en el caso de España, los libros impresos tienen un gravamen del 4% de IVA y los libros electrónicos del 21% de IVA.
Librería. Cuando el libro llega a manos del lector, que pagará el 100% de su PVP, una primera parte del mismo va directamente para la librería donde lo ha adquirido. En este caso, el margen de beneficios suele ser de un 30% aproximadamente. Es evidente que también deben asumir los costes de mantenimiento del negocio y del personal.
Distribuidora. Se encargan de suministrar los libros desde la editorial al punto de venta al público, asumiendo los gastos de transporte y mantenimiento de la red comercial. Las distribuidoras reciben entre un 30% y un 35% de media de las ventas.
Editorial. Asume los gastos de impresión, revisión, diseño, maquetación, publicidad, etc. La editorial recibe aproximadamente el 30% de precio de venta, excluyendo impuestos, aunque una vez amortizados los costes el beneficio real será mucho menor.
Autor. Aunque pueda parecer injusto, el autor es quien menor porcentaje de beneficios recibe de la venta de su propia obra. Tras esa ardua tarea de creación e inventiva únicamente percibirá el 10% del precio del libro (una vez descontados los impuestos). Si tenemos en cuenta que el PVP medio de un libro en España ronda los 14.50 euros, el autor recibirá aproximadamente 1.39 euros por cada libro que se haya vendido en la liquidación del ejercicio anual.
Las cifras varían en el caso de los libros electrónicos. En ellos, los beneficios se reparten más o menos de la siguiente manera: 25% para el autor, 25% para la editorial (que también asume la edición en formato digital) y el 50% para la plataforma online que distribuye la obra a través de Internet.
CONSIGUE YA TU EJEMPLAR DE «LA MEMORIA DE LOS PASOS» DE ESTEFANÍA CORDERO-SÁNCHEZ LARA
http://edicionesaltera.com/portfolio/la-memoria-de-los-pasos/
Hola Estefanía.
Como bien comentas la editorial no ve nunca ese 30%, pues además de todo lo apuntado, las editoriales medianas y pequeñas (las grandes olvidadas) deben pagar a una imprenta. Estas cobran por adelantado, por supuesto, y suele estar entre un 15-20% del total de lo que representa una obra. Por lo tanto si al 30% de la editorial le restamos ese porcentaje… Pues se puede apreciar que no se gana mucho más que el autor.
La verdad que casi nadie sabe este dato, y cuando los editores lo explicamos, la mayoría de las personas que tienen una mala imagen de las editoriales, se asombran y acaban por cambiar su pensamiento. Sin duda, la palabra industria está lejos de definirnos.
Gran artículo, y perdona mi perorata.
Un saludo.
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Muchas gracias por tu comentario, Rafael. Nada que perdonar, sino todo lo contrario. Me parece una aportación muy interesante.
Saludos!
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Sin duda los escritores le tienen mucho amor al arte…. Saludos!
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Gracias por tu comentario. Saludos!
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