Tanto o más importantes como la historia que vamos a escribir, son los personajes que darán vida a cada una de las situaciones que en ella se desarrollen. Darles el tratamiento adecuado resultará determinante para el resultado final de nuestra novela. Es por esto, que he decidido dedicar las siguientes tres entradas de esta categoría a hablar sobre ellos: cómo crearlos, dar coherencia a sus personalidades y reacciones, la diferencia entre principales y secundarios, cómo introducirlos en nuestro relato.
En esta primera parte, vamos a centrarnos en la creación de nuestros personajes y dar algunos de los puntos clave para llevar a cabo esta tarea. Recuerda que todos y cada uno de ellos, independientemente del papel que representen en la historia, deben ser coherentes con su moral, su entorno y las circunstancias a las que los sometamos.
- La importancia de los detalles. La mejor manera de dotarlos de credibilidad es conocer hasta el más mínimo detalle de nuestros personajes. El hecho de que los conozcamos, no significa que todos deban aparecer en la novela. Pero apuntar un detalle particular en un momento dado, puede aportar realismo. Además, estas características particulares pueden marcar la forma de ser de los personajes.
- Defectos. No son de verdad, pero por el bien de nuestro relato deben parecerlo. Las personas tenemos defectos y nuestros personajes también deben tenerlos. Manías, ataques de ira, problemas de aprendizaje, defectos físicos. Todos estos puntos nos llevan de nuevo a introducir un toque de credibilidad en los personajes. Por cierto que, de la misma forma que los “buenos” tienen defectos, también es posible que los “malos” tengan virtudes y es nuestra obligación explotarlas y sacarlas a la luz llegado el momento.
- Reacciones imprevisibles. Ya habíamos apuntado que los personajes deben ser coherentes con su moral, entorno y circunstancias a los que son sometidos. Pero también queremos que parezcan humanos y sabemos que las personas no siempre reaccionamos como cabría esperar. Una reacción imprevisible de nuestros personajes en una situación determinada puede dar un giro a la historia y mejorar la trama. Pero recuerda, dependiendo de la moral de nuestro personaje y el calibre de sus actos, estas reacciones podrían (o deberían) tener consecuencias en la evolución de su carácter.
- Al haber introducido estas reacciones imprevisibles, debilidades, defectos varios y virtudes puntuales, en el caso de nuestros villanos, logramos un doble objetivo. Por una parte hemos humanizado a los personajes y, por otra, conseguimos que los lectores se sientan identificados con ellos. Esta tarea será mucho más sencilla si el protagonista no es “don Perfecto” y el villano se convertirá en alguien tangible cuando muestre sus flaquezas o su lado positivo, si alguna vez lo tuvo.
- Crear fichas. Con todos estos detalles de nuestros personajes nos vemos en la necesidad de buscar un sistema para registrar, organizar y poder consultar las características de cada uno de ellos. Es por esto que te recomiendo crear fichas de todos. En ellas, deberías registrar de la manera más precisa posible su nombre, fecha de nacimiento, descripción física, características psicológicas… Procura que sean lo más completas posibles, sobre todo si eres tan despistado como yo (en más de una ocasión he cambiado colores de ojos, cabello e incluso nombres, que luego he tenido que rectificar al revisar el texto). Las puedes organizar en un fichero con cuartillas de cartulina, en un cuaderno o en una hoja de Excel. Yo me decantaría por este último sistema, ya que te permite hacer cambios con más facilidad.
A veces, si hacemos bien los deberes, nos parecerá que los personajes son casi reales. Llegaremos a “creérnoslos”. Pero esto es un éxito y un riesgo al mismo tiempo, ya que es posible que nos encariñemos con ellos y no nos atrevamos a someterlos a las terribles situaciones que les tenemos reservadas. De modo que te daré un último consejo: Recuerda que tú eres quien controla el relato. No dejes que los personajes se apoderen de tu historia.
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Muy bueno! Estoy escribiendo una novela y cosas así ayudan mucho. Muchas gracias! La verdad es que los personajes son una parte esencial en toda historia. Y cuando nos damos cuenta de ciertos personajes y su relevancia o su gran personalidad, la historia mejora por ello. De nuevo, muy buen aporte 🙂
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Gracias, espero haberte ayudado. Mucha suerte para tu novela.
Saludos.
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Reblogueó esto en elbuscadornovelay comentado:
Gran texto sobre la importancia de los personajes en toda historia. Recomendable.
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Muy de acuerdo con el aporte. Para mí los personajes, principales o secundarios, son «entes» autónomos, yo simplemente escribo lo que ellos hacen en determinada situación, pero los conozco en su totalidad, mis fichas contienen de todo, una biografía completa, desde la fecha de nacimiento, hasta que tipo de ropa gustan, sus aficiones, etc, aunque no describo todo lo que «sé» de ellos, tienes razón nos ayuda a darles esa personalidad más creíble. La creación de personajes, los pasos para escribir una novela, siempre son las entradas que busco, porque me gusta mucho este tema.
*Yo aconsejaría que no se use el Word para escribir una novela, hay programa especiales para escritores que facilitan mucho esta labor, como el I Write it, Srivener, etc. Word penosamente es solo un programa de texto básico, y no facilita para nada llevar un control de las escenas y capítulos de los escritos.
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Muchas gracias por tu comentario. Saludos!
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